Nuestra capacidad de tomar decisiones éticas se ve influenciada por presiones internas y externas, como el conformismo y la búsqueda de aceptación. Aunque la mayoría actúa éticamente, estas presiones pueden limitar nuestro comportamiento. Es crucial ser conscientes de las bases de nuestras acciones.

Para una conducta adecuada es necesario recordar cuales son nuestros valores institucionales.

Es la comparación de nuestra propia imagen con nuestra conducta y ajustamos nuestras acciones en consecuencia, para bien o para mal. Cuando hacemos algo que contradice nuestra autoimagen positiva, es normal y natural que sintamos que hay una pérdida en el lado positivo de nuestro ser. En estos casos, es muy probable que busquemos activamente la oportunidad de hacer algún bien, algo que nos equilibre. Para lograr balance moral se debe considerar: valores personales, normas sociales, consecuencias para uno mismo, consecuencias para el otro, contexto y propósito. (Psi. Thairi Salvador)

Un agente moral distingue entre lo correcto e incorrecto, asume responsabilidad. Ejemplos: un estudiante que denuncia acoso escolar, promoviendo seguridad, y otro que rechaza copiar en un examen, demostrando integridad y respeto.

Servicio: Satisfacer las necesidades de los demás sin esperar una recompensa a cambio y dentro del tiempo establecido.

Innovación. –  Generar de forma creativa propuestas de mejora para la gestión académica, que conduzcan al crecimiento y desarrollo institucional.